"Siempre guardaré como un tesoro una carta tan franca y abierta de una gran mujer que espero que encuentre algún día en su corazón la manera de perdonar mi impertinencia", escribe Spencer.
Aunque el crítico no cuestiona que Dench merece encabezar la lista de los diez finalistas, no deja de subrayar que no le sorprende que esté toda ella compuesta de actores vivos o muertos hace no tanto tiempo "cuyas actuaciones aún arden con brillo en la memoria". "La gloria y al mismo tiempo la tristeza de actuar en el escenario es su carácter efímero", añade. Y matiza: "Las grandes pinturas duran siglos, los grandes libros siempre estarán ahí para ser leídos, las grandes interprertaciones musicales han sido grabadas desde hace casi un siglo. Con el teatro, sin embargo, una gran interpretación desaparece en el instante mismo en que se acaba la obra, a menos que haya sido filmada; y ese es un fenómeno relativamente reciente y no hay vídeo que pueda hacer realmente justicia a la viveza de una representación teatral".
"Es una actriz de variaciones infinitas que siempre sigue siendo ella misma. Puede oscilar de la tragedia a las series de televisión, prácticamente roba cada película en la que aparece (¿quién ha podido olvidar su Isabel I en Shakespeare enamorado?) pero donde brilla como en ningún sitio es sobre el escenario", sostiene.
Nadie duda del talento de Judi Dench, ¿pero puede alguien realmente asegurar que se trata de la estrella más grande que ha pisado jamás un escenario teatral? Quién sabe. Quizás sí. Quizás no.
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