Curriculum Vitae ( Reducido ) de Eusebio E. Galván

Formación Profesional

Posgrado en Artes Escénicas: “Experto Universitario en Teatro y Artes Escénicas” por la UNIVERSIDAD DE LA LAGUNA (ULL TENERIFE 1999 - 2001). “Estudios de Gestión Cultural Teatral” en la UNIVERSIDAD INTERNACIONAL MENÉNDEZ PELAYO (TENERIFE 1998). “Estudios de Especialización Docente” en FOREM CANARIAS (TENERIFE 1994 y 1996). “Estudios de Técnicas de Expresión, Psicomotricidad y Reeducación” en el INSTITUTO DE CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN (ICE), en la UNIVERSIDAD PONTIFICIA DE SALAMANCA (1996). “Estudios y Prácticas de Yogas Chino-Tibetanos”, en DAG SHANG KAGYU (CENTRO BUDDHISTA VAJRAYANA. HUESCA 1993). Estudios de Arte Dramático en la ESCUELA DE ACTORES DE CANARIAS (EAC - TENERIFE) - Centro Superior Autorizado de Arte Dramático (1980 - 1983).

Experiencia Profesional

Actor, Profesor, Autor, Gestor y Productor de Proyectos Didácticos, Artísticos y Escénicos. Dirección (Actoral y Escénica) Teatral, de Ópera, Espectáculos Multimedia, y Performance-Art. Miembro del AULA DE ARTES ESCÉNICAS DE LA UNIVERSIDAD DE LA LAGUNA (ULL. TENERIFE 2000 - 2010). IDECO S.A. - EXCMO. CABILDO INSULAR DE TENERIFE 2002- 2011. ESCUELA INSULAR DE TEATRO DE SANTA CRUZ DE TENERIFE, organizado por el ÁREA DE CULTURA DEL EXCMO. CABILDO INSULAR DE TENERIFE Y EL ORGANISMO AUTÓNOMO DE CULTURA DEL EXCMO. AYUNTAMIENTO DE SANTA CRUZ DE TENERIFE 1997- 2001. “CURSOS ABIERTOS” DE LA ESCUELA DE ACTORES DE CANARIAS (E.A.C.) - Centro Superior Autorizado de Arte Dramático 1997 y 1998). PROGRAMA ANSINA, organizado por el ÁREA DE ACCIÓN SOCIAL DEL EXCMO. CABILDO INSULAR DE TENERIFE 1992- 1996). PATRONATO DE CULTURA Y LA CONCEJALÍA DE JUVENTUD DEL EXCMO. AYUNTAMIENTO DE SANTA CRUZ DE TENERIFE 1990- 1992. PATRONATO DE CULTURA DEL EXCMO. AYUNTAMIENTO DE SANTA CRUZ DE TENERIFE 1985- 1987. “TALLERES DE TEATRO” DE LA ESCUELA DE ACTORES DE CANARIAS (E.A.C. - TENERIFE) - Centro Superior Autorizado de Arte Dramático (1982 y 1983).

Destacan espectáculos teatrales, de ópera, multimedias y performaces-art como: “Elementos Plásticos Visuales en el Espacio”, “Imágenes para un Mecanismo Poco Complicado”, “Turandot”, “Rigoleto”, “La Reina de las Hadas”, “Metempsicosis: El Renacer de Abraxas”, “Metamorfosis: Goneptéryx Misticusque”, "Shomos Uno", "TNT - LOVE Multimedia", "Teatral Multimedia", “Teofonogénesis Tubular”, "La Expresión del Huevo", "Locos de Playa", "Personajes Histórico-Iconográficos Escapados del Museo", "El Bosque Viviente", "El Hidalgo Don Quijote", "Espacio Enter 2009", "Abuelo Cuéntame un Cuento" (2010), etc.

domingo, 27 de junio de 2010

"Aproximación Histórica al Teatro": Los Ritos y las Ceremonias Protodramáticas de la Prehistoria.

La mayoría de los estudios consideran que los orígenes del teatro deben buscarse en la evolución de los rituales mágicos relacionados con la caza, al igual que las pinturas rupestres, o la recolección agrícola que, tras la introducción de la música y la danza, se embocaron en auténticas ceremonias dramáticas donde se rendía culto a los dioses y se expresaban los principios espirituales de la comunidad. Este carácter de manifestación sagrada resulta un factor común a la aparición del teatro en todas las civilizaciones.

"Teatro de África": El Teatro Primitivo de los Dioses y la Naturaleza.


El teatro africano, entre tradición e historia, se está encauzando actualmente por nuevas vías. Todo predispone en África al teatro. El sentido del ritmo y de la mímica, la afición por la palabra y la verborrea son cualidades que todos los africanos comparten en mayor o menor medida y que hacen de ellos actores natos. La vida cotidiana de los africanos transcurre al ritmo de variadas ceremonias, rituales o religiosas, concebidas y vividas generalmente como verdaderos espectáculos. No obstante, aunque África ha conocido desde siempre este tipo de ceremonias, cabe preguntarse si se trataba realmente de teatro; a los ojos de muchos, estos espectáculos están demasiado cargados de significado religioso para que puedan considerarse como tal. Otros estiman que los tipos de teatro africanos guardan cierto parecido, como en otros tiempos la tragedia griega, como un preteatro que nunca llegara totalmente a ser teatro si no se desacraliza. La fuerza y las posibilidades de supervivencia del teatro negro residirán, por lo tanto, en su capacidad para conservar su especificidad. en el África independiente está tomando forma un nuevo teatro.

"Teatro del Antiguo Egipto": El Drama Funerario de Osiris.




En Antiguo Egipto, a mediados del segundo milenio antes de la edad cristiana, se representaban ya dramas acerca de la muerte y resurrección de Osiris. Se comienza el teatro por medio de máscaras y dramatizaciones con ellas.

"El Teatro Griego": El Drama de los Dioses y de los Hombres.


Las raíces en ritos órficos y en los festivales celebrados para Dioniso, donde se llevaban a cabo las escenificaciones de la vida de los dioses acompañadas de danzas y cantos (Ditirambos). Más tarde comenzaron las primeras representaciones ya propiamente dramáticas, ejecutadas en las plazas de los pueblos por compañías que incluían solo un actor y un coro. A fines del Siglo VI a.C alcanzó extraordinaria celebridad el legendario poeta e intérprete Tespis, en cuyo honor la frase el carro de Tespis alude, aún hoy, al conjunto del mundo del teatro.
El teatro griego surge tras la evolución de las artes y ceremonias griegas como la fiesta de la vendimia (ofrecida a Dionisios) donde los jóvenes iban danzando y cantando hacia el templo del dios, a ofrecerle las mejores vides. Luego un joven que resaltó entre el grupo de jóvenes se transformó en el Corifeo o maestro del coro, quien dirigió al grupo. Con el tiempo aparecieron el bardo y el rapsoda, que eran recitadores.
En el curso del siglo V a. C., durante la edad clásica de Grecia, se establecieron los modelos tradicionales de la tragedia y la comedia, y los dramaturgos Esquilo y Sófocles añadieron respectivamente un segundo y tercer actor a la acción, lo que dio a ésta una complejidad que hacía necesaria la creación de mayores escenarios. Para ello se erigieron grandes teatros de piedra, entre los que cabe citar el aún conservado de Epidauro en el siglo V a. C., capaz de albergar unas 12.000 personas, y el de Dioniso, en Atenas, en el siglo IV A.C. Su construcción se realizaba mediante el aprovechamiento de las faldas de una colina, donde se disponían en forma semicircular las gradas que rodeaban la orquestra, espacio circular en el que se efectuaba la mayor parte de de la representación. Tras la orquestra se levantaba una edificación llamada skené, escena, destinada a que los actores cambiaran su vestimenta. Delante de ella se levantaba una pared columnada, el proscenio, que podía sostener superficies pintadas que evocaban el lugar de la acción. Estos decorados, junto con las túnicas y máscaras empleadas por los actores y algunas máquinas rudimentarias, constituían todo el aparato escénico.
Las representaciones del teatro griego se hacían al aire libre, contaba con coro (dirigido por el Corifeo o maestro del coro) que cantaba [el coro] y danzaba en torno a un altar. En el teatro griego se representaban dos tipos de obras: la tragedia, obra dramática de final desgraciado que trataba de temas de leyendas heroicas y utilizaba, oportunamente, a los dioses para su final, y la comedia satírica, que criticaba humorísticamente a políticos y a las obras e incurrían en una mímica iniciada por un coro de sátiros, y comedias que tenían por tema asuntos de la vida cotidiana; todas estaban escritas en verso y utilizaban máscaras.

"Teatro Romano": La Skene Romana o Frons Scaenae.

Los teatros romanos heredaron los rasgos fundamentales de los griegos, si bien introdujeron ciertos elementos distintivos. Construidos inicialmente en madera, sólo en el año 52 a. C. Pompeyo, erigió en Roma el primero en piedra. A diferencia de sus modelos helénicos, se levantaban sobre el suelo plano y poseían varias plantas erigidas en mampostería. Con objeto de mejorar la acústica, los arquitectos romanos redujeron la orquestra a un semicírculo, y los espectáculos se presentaban sobre una plataforma, el pulpitum, levantada delante de la antigua skene que constituye el origen de los modernos escenarios. La frons scaenae era una fachada monumental de varios pisos, que servía de fondo de escenario. El graderío (cávea) se divide en 3 partes: Imamedia y suma , ubicándose la primera en la zona inferior donde se sentaban los senadores y la clase dirigente; quedando asentados en la superior las mujeres y los esclavos y en la media el pueblo llano. El conjunto podía cubrirse con un velum. Roma optó también por la comedia, ya que éstos tomaron el teatro como una manera de divertirse o entretenerse.

"Civilizaciones Americanas": El Teatro Prehispánico Primitivo.


En las culturas americanas prehispánicas el teatro llegó a adquirir un notable desarrollo, particularmente entre los mayas, una de las obras más representativas del teatro maya es el drama quiche Rabinal Achí el teatro maya se hallaba parcialmente vinculado a los ciclos agrícolas y a la épica de sus eventos históricos, y entre los aztecas e Incas, sociedades que en correspondencia con su estructura teocrática dieron a sus actividades teatrales un matiz eminentemente guerrero y religioso.

"Civilizaiones Orientales": Teatro de China, India y Japón.




Las manifestaciones dramáticas en Asia se remontan a épocas antiquísimas. En China se practicaban ya, bajo la forma de poemas escenificados, a fines del segundo milenio antes de la era cristiana. En la India su aparición fue posterior, mas el hecho de que en el Mahabhárata, poema épico que adquirió su forma definitiva hacia el siglo IV a. C., se mencione específicamente este arte revela la existencia de remotas formas teatrales relacionadas con las creencias védicas. El carácter marcadamente ritual y simbólico del teatro oriental que determinó un protagonismo de la música y la danza muy superior a la occidental, marcó asimismo en Japón, el desarrollo del teatro 能, en español llamado  surgido en el siglo XV, del que dos centurias más tarde brotó el 歌舞伎 o kabuki, el más popular, y basado sobre todo en la capacidad de los intérpretes, y en la apelación a los sentidos antes que al intelecto.

"Edad Media Europea": El Teatro de Misterios y Moralidades del Siglo XI.

Tras siglos de olvido, la recuperación del teatro en Occidente tuvo principal apoyo en el clero, que lo empleó con fines didácticos. Así, desde el siglo XI, fue habitual la representación en las iglesias de misterios y moralidades, cuyo objeto era presentar de forma sencilla la doctrina cristiana a los fieles. A fin de facilitar la comprensión, el latín cedió paso paulatinamente a las lenguas vernáculas, y en los siglos XIII y XIV, tanto las piezas religiosas como las florecientes farsas profanas comenzaron a representarse.

"Teatro del Renacimiento": La Cultura Dramática Italiana.


La eclosión del Renacimiento en Italia tuvo consecuencias decisivas sobre la evolución del teatro, pues, al surgir una producción dramática de carácter culto, inspirada en los modelos clásicos y destinada a las clases aristocráticas, se generalizó en el transcurso del siglo XVI la construcción de salas cubiertas y dotadas de mayores comodidades.

"Teatro en Italia": Teatro Olímpico de Vicenza siglo XVI y XVII.


Como primero de los teatros modernos suele citarse el Olímpico de Vicenza, diseñado por Andrea Palladio y finalizado en 1585, que constituía una versión de los modelos romanos y presentaba, al fondo del escenario, una perspectiva tridimensional con vistas urbanas. El modelo clásico del teatro italiano, vigente en muchos aspectos, fue no obstante el teatro Farnese de Parma, erigido en 1618, cuya estructura incluía el escenario, enmarcado por un arco proscenio y separado del público por un telón, y una platea en forma de herradura rodeada por varios pisos de galerías. Durante este tiempo se desarrolló también en Italia una forma de teatro popular, la "Commedia dell'Arte", que con su énfasis en la libertad de improvisación del actor dio un gran avance a la técnica interpretativa.

"España": Los Corrales de Comedias de los siglos XVI y XVII.


En España, y en la misma época que el teatro Isabelino en Inglaterra (siglos XVI y XVII) se crean instalaciones fijas para el teatro al aire libre denominadas Corrales de Comedias, con las que guardan similitudes constructivas. A diferencia del caso inglés, en España si han pervivido algunos ejemplos de estas edificaciones. Exponentes de esta época son los autores Lope de VegaTirso de Molina y Calderón de la Barca, claros exponentes del importante Siglo de Oro español.

"Inglaterra El Teatro Isabelino": William Shakespeare.


Muy diferentes fueron los teatros erigidos en Inglaterra durante el reinado de Isabel I de Inglaterra, época de excepcional esplendor del género dramático, entre los que se destacó el londinense The Globe donde presentaba sus obras William Shakespeare. Carentes de techo y construidos de madera, su rasgo más característico era el escenario elevado rectangular, en torno al cual el público rodeaba a los actores por tres lados, mientras las galerías se reservaban para la nobleza.
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"Teatro Barroco y Neoclasicismo": El Drama Barroco y Neoclásico de los siglos XVII y XVIII.



El transcurso de los siglos XVII y XVIII dio lugar a un gran enriquecimiento de la escenografía. La recuperación por parte del drama clásico francés de la regla de las tres unidades —acción, tiempo y lugar— hizo innecesaria la simultaneidad de decorados, con lo que se empleó sólo uno en cada acto, y pronto se generalizó la costumbre de cambiarlos en los entreactos. Posteriormente, la creciente popularidad de laópera, que requería varios montajes, favoreció el desarrollo de máquinas perfeccionadas que dieran mayor apariencia de veracidad a efectos tales como: la desaparición de actores y la simulación de vuelos —las llamadas "glorias", por ejemplo hacían posible el descenso de las alturas del escenario de una nube que portaba a los cantantes. El teatro de la Scala de Milán, finalizado en 1778, constituye un ejemplo de las grandes dimensiones que eran precisas para albergar tanto al público como a la tramoya y al aparata escénico.

"Teatro Moderno": Arquitectura del Espacio Escénico.





Durante la mayor parte del siglo XIX las ideas arquitectónicas y escenográficas se mantuvieron en esencia inalterables, si bien las exigencias de libertad creativa iniciadas por los autores románticos condujeron a fines de la centuria a un replanteamiento general del arte dramático en sus diversos aspectos.
Fundamental en este sentido fue la construcción del monumental Festspielhaus de BayreuthAlemania, erigido en 1876 de acuerdo con las instrucciones del compositor Richard Wagner, que constituyó la primera ruptura respecto a los modelos italianos. Su diseño en abanico, con la platea escalonada, el oscurecimiento del auditorio durante su representación y la ubicación de la orquesta en un pequeño foso, eran elementos concebidos para centrar la atención de los espectadores sobre la acción y abolir en lo posible la separación entre escenario y público.
Esta exigencia de integración entre el marco arquitectónico, la escenografía y la representación fue acentuada en los últimos decenios del siglo XIX y primeros del XX por la creciente importancia concedida a la figura del director gracias a personalidades como el alemán Max Reinhardt, autor de espectaculares montajes, el francés André Antoine, adalid del naturalismo, el ruso Konstantín Stanislavski, director y actor cuyo método de interpretación ejercería gran influencia sobre el teatro moderno, o el escenógrafo británico Edward Gordon Craig, que en su defensa de un teatro poético y estilizado abogó por la creación de escenarios más sencillos y dúctiles.
La aparición del teatro moderno, pues, se caracterizó por su absoluta libertad de planteamiento mediante el diálogo con formas tradicionales y las nuevas posibilidades técnicas darían lugar a una singular transformación del arte teatral. En el campo del diseño arquitectónico y escenográfico las mayores innovaciones se debieron al desarrollo de nueva maquinaria y al auge adquirido por el arte de la iluminación, circunstancias que permitieron la creación de escenarios dotados de mayor plasticidad (circulares, móviles, transformables, etc.) y liberaron al teatro de la apariencia pictórica proporcionada por la estructura clásica del arco del proscenio.

sábado, 26 de junio de 2010

Adiós a 20 años de Nacho Duato El director de la CND se despide con "Arenal"... !!!'



Arenal es una pieza importante. No solamente por su belleza formal, su alegría mediterránea, sus colores terracota o su acoplamiento a esos cantos de faena interpretados, todavía hoy, con desgarro telúrico por María del Mar Bonet. Tampoco lo es únicamente por su indiscutible buen gusto e ingenio coreográfico, con sus pas de deux,tríos y cuartetos de velocidades imposibles, ni por su capacidad para despertar simultáneamente en escenario y platea el goce de bailar y ver bailar. Esas cualidades las tuvo siempre, desde el mismo día de su estreno en La Haya para el Nederlands Dans Theater 2 , en 1988. Pero el tiempo la ha redimensionado. La ha hecho crecer hasta convertirla -junto a Jardí Tancat, la primera de todas-, en referencia, referente y verificación de un genuino lenguaje de danza que nació sofisticado.

Arenal es la quintaesencia del vasto vocabulario coreográfico de Nacho Duato (Valencia, 1957) y con ella, se ha despedido de Madrid como director artístico de la Compañía Nacional de Danza (CND), donde ha cerrado un ciclo de 20 años exactos. La representación de anoche aunó la fiesta de cumpleaños y el ritual de despedida en el escenario de un teatro que le es entrañable, el de la Zarzuela de Madrid, donde se produjeron sus grandes estrenos y donde se ganó a fuerza de sensibilidad y perseverancia a una amplia audiencia que se convirtió en incondicional. Y para esa ocasión especial ha mirado el coreógrafo hacia atrás como regresando a sus propios orígenes, incluso antes de su huracanada llegada a España en 1990, cuando fue llamado para dar un giro de timón al entonces Ballet Lírico Nacional, que dirigía la diva rusa Maya Plisetskaya.
A pesar de que anoche todo transcurría en un ambiente cálido y emotivo, tormentosa ha sido también su salida forzosamente voluntaria, aunque ciertamente más educada y menos sonora que su intempestiva y rotunda llegada. Vaivenes políticos, buenas dosis de arrogancia, declaraciones sensatas y declaraciones malcriadas no siempre prudentes, rumores que fueron y vinieron por los despachos de nada menos que nueve ministros de Cultura, que le hizo parecer imbatible, y una proyección a veces excesiva y por momentos equivocada de su imagen pública, convirtieron a Nacho Duato en señalado enfant terrible.
Con demasiada frecuencia estos aspectos periféricos han tenido más eco mediático que los logros artísticos: como la conversión de la CND en embajador cultural español en todo el mundo; su asentamiento como uno de los grandes coreógrafos neoclásicos del siglo XX; su voluntad de montar en España un repertorio de grandes coreógrafos internacionales; crear una plataforma como la CND2, importante caldo de cultivo para jóvenes bailarines en transición hacia la vida profesional o estimular la creación entre los miembros de su siempre disciplinada compañía.
De hecho, anoche, junto a sus dos piezas de la nostalgia (la otra fue la emotiva Remansos,miniatura coreográfica que talla en seis cuerpos toda la sensibilidad del inspirado piano de Granados), tuvo lugar el estreno mundial de Aksak, obra de ecos balcánicos de Gentian Dodda, prometedor coreógrafo que se inició en el CND.
Pero lo más relevante quizá de estos 20 años es que, entre aquel ya lejano estreno deArenal, que fue su carta de presentación de la compañía en 1990, y esta emotiva función de despedida de anoche, es el modo en que el lenguaje artístico de Nacho Duato ha ido avanzando sistemáticamente con pie seguro hacia la madurez y la plenitud.
Hay obras grandes y obras menores, algunas descentradas y otras oscuras, difíciles, menos logradas. Puede que algunos de los trabajos más densos, personales y arriesgados de su último periodo (Hevel, Cobalto, Kol Nidre o la misma El jardín infinito, su última gran producción para la CND con la que hará mutis internacional en Rusia este verano) parezcan ajenos. Y que no complazcan a sus audiencias de siempre, las que admiraron y ovacionaron trabajos más lúdicos como Coming together, Rassemblement o ese Romeo y Julieta, auténtica y aplaudida rareza narrativa en su repertorio, ni a las que se emocionaron hasta las lágrimas con piezas más sociales, espirituales o espectaculares como la fundamental Multiplicidad. Formas de silencio y vacío, Por vos muero, Herrumbre, O Domina Nostra o White Drakness. Pero, en cualquier caso, las 48 obras que ha montado para la CND, las de menor y las de mayor acierto, se imbrican con lógica en un entramado coherente, y vistas en conjunto son consecuentes, aunque no siempre complacientes.
No existiría la mesura, calculada tranquilidad y auténtica profundidad de El jardín infinito de no haber pasado antes por la experiencia festiva y deslumbrante de Jardí Tancat. Hay que celebrar, pues, que haya habido riesgo, que todo no haya sido fácil acomodaticio ni predecible. Aunque tras la velada de ayer nos quedó la sensación de que, hace 20 años, Duato nos trajo Arenal y anoche se la llevó.