Atalaya ha estrenado ya Ricardo IIIde Shakespeare, uno de los textos más actuales e inquietantes del autor inglés, a cuyo universo se acerca por vez primera el grupo sevillano. El comentario de quienes lo han presenciado es que, sin duda, se trata del montaje más potente y completo en los 27 años de su trayectoria. La crítica está siendounánime en sus elogios. Bajo los encabezamientos de "La madurez de una compañia", "Espectacular y desafiante" y "Ricardo el malo, Ricardo el bueno", Rosalía Gómez, Dolores Guerrero y Julio Martínez Velasco, respectivamente, escriben:
"Creativo e impecable trabajo de dirección. La labor de los actores es sencillamente inmensa", "Con una absoluta fluidez de ritmo, nos regala un sinfín de imágenes inquietantes y sugerentes. Una interpretación de Carmen Gallardo colmada de genialidad, al igual que Jerónimo Arenal que otorga a su Ricardo toda la riqueza psicológica que Shakespeare volcón en este personaje", "El texto suena a gloria en boca de un elenco de altísimo nivel, empezando por el protagonista, encarnado magistralmente por Jerónimo Arenal. Espectáculo redondo, rotundo y sin un solo fallo". Por su parte el público está ratificando esta gran acogida con un aplauso de varios minutos puesto en pie. En Málaga no podía ser menos y Oscar Romero escribe: "Un prodigio de fuerza dramática y de exquisita belleza plástica. Las interpretaciones están a gran nivel con unos personajes muy bien dibujados y de gran poder dramatúrgico". Por su parte Pablo Bujalance señala que: "No sólo es el espectáculo más rotundo y el más redondo de Atalaya, sino también un feliz hito para el teatro español reciente. Teatro sabio". También la crítica de ámbito nacional le otorga los mejores calificativos.
El preestreno se llevó a cabo en las XXVII Jornadas del Siglo de Oro de Almería donde ha tenido una gran respuesta, "sobrecogiendo a todos los asistentes".
En “Ricardo III” confluyen los cuatro estilos que –dentro de un mismo lenguaje- ha ido alternando en los 18 espectáculos anteriores: el oníricodel Lorca surrealista, el grotesco de Valle-Inclán y Maikovski, la fuerza telúrica de la Tragedia Griega y el compromiso vanguardista y político de Heiner Müller. Se podría decir que si en los clásicos griegos han aportado la sangre a nuestro lenguaje, Valle y Lorca los pulmones y Heiner Müller el sistema nervioso, en Shakespeare ha encontrado Atalaya el corazón que da vida y sentido a toda su existencia anterior y futura.
Los veinte personajes son encarnados por nueve actores de tres generaciones de Atalaya, desde Carmen Gallardo -cofundadora del grupo a primeros de los ochenta, que ha regresado al equipo estable tres lustros después-, pasando por el núcleo de actores del equipo estable que se incorporaron en los años noventa y que han tomado parte en los últimos nueve espectáculos -uno de cuyos puntales, Jerónimo Arenal, da vida al "rey matapríncipes"- y los más jóvenes que se han ido incorporando en la década actual.
El espectáculo ya ha sido presenciado por más de 5.000 espectadores. Buena parte de ellos han aplaudido en pie durante minutos el "impresionante" trabajo de los 9 actores y todo el equipo técnico.
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